PROCESIÓN STMA. VIRGEN, SALUTACIÓN


La Virgen está en la calle. Es lunes de Rocío. Esta es la procesión de la Stma. Virgen del Rocío. En ella la Virgen del Rocío visita a hombros de los almonteños a todas las Hermandades Filiales, representadas por sus Simpecados. Esta procesión, que a ojos de cualquier profano puede parecer caótica, está perfectamente organizada y sujeta a una serie de reglas o normas perfectamente definidas para que se desarrolle de forma correcta.

 

Cada Hermandad tiene asignado un sitio donde recibir la visita de la Stma. Virgen del Rocío y deberá tener un sacerdote dispuesto para cuando llegue rezar la Salve. En esta procesión no hay ni carrera oficial ni hora de salida ni de entrada, ni horario para las Hermandades, lo que todos sabemos es que tenemos que estar en nuestro sitio cuando llegue la Stma. Virgen del Rocío.

 

La Hermandad de Gibraleón recibe a la Virgen en la Plaza de Doñana a primera hora de la mañana sobre las 6´30 a las 8´00 aproximadamente y cada año son más numerosos los rocieros de Gibraleón que quieren sentirse cerca de su Simpecado cuando la Stma. Virgen del Rocío se para ante él y todos juntos recemos una salve que saldrá de nuestro corazón dado que con lagrimas en los ojos y la emoción que nos embarga no nos deja pronunciar palabra, ante la sensación tan indescriptible de estar tan cerca de Ella. Este es un momento sublime con nuestro Simpecado izado en lo alto, la Virgen a escasos metros, mirando a los rocieros y rocieras que allí se encuentran para estar cerca de Ella, nuestro sacerdote en hombros rezando y Ella iluminando con la luz de su mirada a los rocieros y rocieras de Gibraleón.